Se aconseja a todas las mujeres que planean un embarazo, que incluyan en su dieta una ingesta aproximada de 400 microgramos (0,4 miligramos) de ácido fólico de manera diaria, por lo menos, tres meses antes del embarazo y durante los primeros 3 meses del mismo.
El Ácido Fólico es una vitamina del grupo B (B9) y se puede encontrar en los vegetales de hojas verdes, tales como la col y la espinaca, el zumo de naranja o los granos enriquecidos.
Esta sustancia ayuda a prevenir defectos en el feto relacionados con el cerebro y la médula espinal, también llamados “defectos del tubo neural”. Los defectos del tubo neural más habituales son la espina bífida y la anencefalia. Asimismo, el ácido fólico también puede ayudar a prevenir otros defectos congénitos como labio leporino, paladar hendido y ciertos defectos cardíacos.
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