¿Puede ser peligrosa la sauna o el jacuzzi durante el embarazo?

Las embarazadas no deben utilizar la sauna ya que el exceso de calor puede, sobre todo en los primeros meses de embarazo, provocar alteraciones en el feto. Además, con el sudor, se pierden los electrolitos que son necesarios para el bebé. Y no cabe duda que el exceso de vasodilatación que se produce por el calor puede dar lugar a mareos y desvanecimientos.

En cuanto al jacuzzi, pueden utilizarlo si no se recibe los chorros directamente en el abdomen, sólo en las piernas y la espalda. Tampoco se deben usar las bañeras de hidromasaje, ni ducharse con agua muy caliente.